Estamos ya en ese momento crucial, y casi final, de la alimentación de vacuno y porcino, cuidada al máximo, para que la infiltración grasa sea la correcta.
Es un eslabón más de la cadena alimentaria, que se completará en breve con la elaboración de nuestros ricos embutidos, para que puedan ser degustados por todos a lo largo del año.
A los últimos pastos frescos del verano, se suma ahora el cereal escogido, y un mayor reposo del animal; todo en aras de conseguir el producto de lujo que siempre comercializamos.